En Navarra, un plan que nunca falla es el cóctel de naturaleza y buen comer que se gesta en Lizaso. El bosque y restaurante ‘Orgi’ lo tienen todo: cercanía, a 25 kilómetros de Pamplona, un paraje único accesible y una oferta culinaria para satisfacer a los más exigentes.

Ahora que las restricciones van cediendo terreno apetece salir, aprovechar la vida, donde sea, pero lejos de las cuatro paredes de casa. En Navarra, un plan que nunca falla es el cóctel de naturaleza y buen comer que se gesta en Lizaso. El bosque y restaurante ‘Orgi’ lo tienen todo: cercanía, a 25 kilómetros de Pamplona, un paraje único accesible y una oferta culinaria para satisfacer a los más exigentes.

Son los troncos retorcidos, rugosos y agrietados los dueños de este lugar. Aquí el ser humano se siente pequeño y observado desde las alturas por gigantes de 200 y 300 años de edad. Robles (común y americano) que son abrigo para miles de pájaros, la banda sonora. Un oasis a media hora de Pamplona contra la locura de estos tiempos. Recorrer sus senderos, bajo una techumbre de hojas verdes, limpia la cabeza de pensamientos y deja los pulmones repletos de aire puro. Así es el bosque de Orgi.

Entrada al bosque de Orgi
A punto de comenzar nuestra ruta por el bosque.

Este paisaje se extiende al sur del valle de Ultzama y se trata de un robledal húmedo de llanura, un vestigio de los antiguos robledales que verdeaban en esta zona. Pasearlo es fácil, no hay desniveles ni caminos tortuosos. Tiene tres recorridos: el laberinto, una selva en miniatura; el camino, para percibir las edades del bosque; y la senda, la zona más encharcada. Los tres itinerarios cubren un total de 2.400 metros, están señalizados y pueden recorrerse a pie en una hora.

Mesas Orgi
La singularidad de este bosque reside en que gran parte del año es un humedal.

Nosotros caminamos por instinto guiándonos por la belleza que brota a cada paso. En un cartel explicativo aparecen algunas de las especies de aves que revolotean entre las ramas: herrerillos, petirrojos, estorninos, arrendajo común, alcaudón dorsirrojo… Son solo una parte de la fauna que condensa este bosque, porque también hay especies muy valoradas como la rana dalmatina –en peligro de extinción–, corzos, zorros, erizos y otros habitantes.

Bosque de Orgi
La belleza natural brota a cada paso.

Restaurante ‘Orgi’: del paseo a la mesa

Tras la caminata se puede ir en coche a Lizaso, un pueblito de poco más de 100 almas que aloja un restaurante que toma el nombre del famoso bosque: el restaurante ‘Orgi’ (Recomendado Guía Repsol). A los mandos está Mikel Odriozola, un chef de Zumaia experimentado –’ElBulli’, ‘Zuberoa’ (3 Soles Guía Repsol) o ‘Playa Club’, entre otros, que en agosto cumplirá 15 años al frente de su local –que además es su casa, pues vive en el piso de arriba–.

Restaurante ‘Orgi’ (Recomendado Guía Repsol)
Tras la caminata, llega el momento de recuperar fuerzas en este restaurante Recomendado por Guía Repsol.

El concepto de cocina, mejor lo explica él: “Pues tradicional, de temporada, con técnicas modernas y producto local, aunque sin cerrarme, el toque japonés está presente: la soja, lo crudo, etcétera”, explica Mikel, que habla así porque pasó tres meses de prácticas en Japón con un compañero que conoció trajinando en los fogones del maestro Hilario Arbelaitz. ¿Algo más que añadir? “Sí, las setas”.

Pata Pulpo Orgi
La pata de pulpo con patatas hace las delicias de los comensales de ‘Orgi’.

“Ya me gustaba trabajar las setas, pero cuando se hizo el parque micológico en Ultzama se planteó hacer un menú degustación solo de setas y desde entonces lo mantenemos”, señala el chef. El menú micológico vale 42 euros sin bebida. A lo largo de la temporada se usan algunas como la “xixa hori, hongos, trompetas negras, lengua de vaca, angula de monte, perretxicos, colmenillas. Son las más representativas”, alega Odriozola. También tiene otro menú degustación por 28 euros –sin bebida– y la oferta de carta y de bar.

Mikel Odriozola
Mikel Odriozola se embarcó en este proyecto tras pasar por, entre otros, ‘ElBulli’ y ‘Zuberoa’.

Cocciones lentas para recordar

El restaurante se divide en dos plantas. Es un caserío tradicional que en el piso superior tiene capacidad para 25 personas –sin restricciones–. Fue la antigua morada de los veterinarios del valle. “Todo el ganado se pesaba aquí, se inspeccionaba y, de ahí, al matadero”, revela Mikel. Hoy es un templo de la gastronomía rural al que se acercan comensales desde Pamplona y Guipúzcoa, y en verano desde Cataluña, Madrid… Y eso que abre solo en festividades, sus vísperas y los fines de semana.

Jarrete Orgi
El jarrete de ternera del restaurante ‘Orgi’ se cuece al vacío y a baja temperatura durante 12 horas.

Vienen a por platos como las setas con ajo negro y panceta euskal txerri o el imponente jarrete de ternera lechal “que se cuece al vacío 12 horas a 75 grados y lleva un fondo concentrado con el que luego bañamos la pieza para glasearla”. Un monumento cárnico que además se acompaña del cremoso puré de patatas homenaje a ‘Zuberoa’. Otra estrella es el gorrín confitado –que se tira ocho horas sin pasar de 80 grados y que, cuando un cliente lo pide, se le da un golpe final de fritura para que quede crujiente–.

Mosaico Orgi
En los platos de setas no faltan ‘xixa horis’, trompetas negras o angulas de monte.

Nosotros optamos por el menú micológico y resulta un festival de raciones generosas. Luego, el remate es el bosque de Orgi, una fantasía para los golosos. “Yo siempre he sido muy comilón y me gusta que la gente disfrute. Además, soy recolector de setas, cazador y pescador”, remacha Mikel. Salimos del restaurante, al fondo se ve el bosque enmarcado en un cuadro bucólico, y regresamos a Pamplona con un solo pensamiento en la cabeza: volver cuanto antes.

‘ORGI’ – San Simón, 1A. Lizaso, Navarra. Tel. 948 30 51 26.
 
Postre Orgi
REPORTAJE DE LA GUIA REPSOL. https://www.guiarepsol.com/es/viajar/vamos-de-excursion/bosque-restaurante-orgi-navarra/